jueves, 25 de diciembre de 2014

Al faro abandonado





Perdida está la playa, ensombrecida;
el agua grita en el acantilado;
tiende la oscuridad, de lado a lado
su manto de negrura estremecida.

Al faro que alumbrara la comarca
y empujara a los barcos hacia tierra,
la ingratitud humana de hoy le cierra
los ojos, entregándolo a la Parca.

Un edicto impidió el suave declive
que hubiera dado a su vejez dulzura;
y el que ayer derramara su ternura
hoy, cegado guardián, apenas vive.

El que encendió esperanzas y regresos
y quitaba a las olas el espanto,
mira sin ojos, bajo el triste llanto
de la mar, que le toca con sus besos.

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                                            01-03-2012