Cuando llegan los días de Diciembre,
al son de algún antiguo villancico
navego en aguas que al ayer me llevan;
y si cierro los ojos, los oídos,
puedo ver y sentir aquel paisaje;
esa magia que envuelve las palabras:
“posadero”, “rey mago”,
“Nacimiento”, “Jesús”, “puente” y “castillo”.
Infantiles caritas asomadas
al Belén de serrín, musgo y tomillo;
casitas de cartón recién pintadas;
ríos que llevan agua de aluminio
y aún huelen levemente a chocolate…
Un ángel en precarios equilibrios
anuncia a tres pastores
que ayer y hoy y siempre nace el Niño.
* * *
Esa luz tamizada en la ventana
que se esparce en regueros amarillos,
me conduce hasta un mundo paralelo
que pervive conmigo.
Te pido, por favor, que no hables alto;
y si vienes, procura no hacer ruido:
En los sueños azules de mi infancia
aquella Navidad se me ha dormido.
---oooOOOooo---
28-11-2011