jueves, 25 de diciembre de 2014

Bendición




Vida, yo te bendigo, igual que Amado Nervo,
porque me permitiste entrar en el acervo
del manantial fecundo que guardan los poetas.

Porque un día trajiste, benigna, a mi mirada,
escritos en tu manto de cálida alborada
poemas escondidos, cual tímidas violetas.

Porque seguí el sendero de la amorosa huella,
que marcaron los vates con la mente en la estrella,
y mi alma, en sus palabras, adivinó la Paz.

Y al tomar el Camino con paso presuroso,
desoyendo las voces del mundo proceloso,
dibujaste un suspiro de lo Eterno en mi faz.

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                                               21-06-2010