Cantaba
“et maintenant” entonado y suavemente,
el
sol en su cabello, indolente, jugaba,
dibujaban
sus labios las letras lentamente,
y
las cálidas tardes del verano pasaban.
Sólo
una vez cumplimos los dieciocho años,
sólo
una vez cantamos “et maintenant” con tino,
la
vida trae a veces pequeños desengaños,
y
un día separamos en dos aquel camino.
Se
nos marchó el amor con su tenue suspiro,
el
descuido borró en nuestras bocas la risa,
y
al posible mañana no le dimos respiro.
“Et
maintenant” fue sólo una hoja en la brisa.
Años
de pena y frío, desdén y orgullo cierto,
por
cerrar firmemente el recuerdo entreabierto,
dirigieron
mis pies sus pisadas ansiosas,
al
país donde duerme el olvido entre rosas.
Cada
vez que el aire “et maintenant” oía,
con
mano férrea el alma de nuevo endurecía;
y
en la arena brotaba, nostálgico, un sendero
huérfano
de pisadas, sonrisas y te quieros.
Hoy
suena “et maintenant” en alguna pianola,
y
en golpe traicionero la tristeza me abruma;
y
siento nuevamente el rumor de una ola
que
llora mi recuerdo con lágrimas de espuma.
Y
aunque el tiempo engañó la memoria en mi frente
y
creí la vivencia del ayer enterrada,
ha
vuelto “et maintenant” a dar, súbitamente,
un
toque de ternura a mi alma cansada.
---ooOOOoo---
29-10-2005