jueves, 25 de diciembre de 2014

Niña





Todavía conservo en mi recuerdo
la seda en arco iris de tu falda,
al girar espontánea,
como vuelan y giran las brisas infantiles;
 igual que el suave paso de una
                                                     mariposa,
que trae, con su presencia, el toque de su marcha.

Tuviste la belleza
de una fugaz estrella de verano; pues estrellas risueñas
son de siempre los ojos de la infancia.

Un paso de reloj, inadvertido,
me avisó de lo breve de tu estancia.
                                                     Apenas
Se pudo atesorar, unir tu historia
con la mía, que te esperó anhelante.

Tu paso abrió las puertas de mi ensueño:
¡Tantas veces no podemos cumplir nuestros sueños…!


Me hubiera consolado retenerte
                                                     algo más;
que no fueras un paso de cometa
por mi cielo,
tan breve
como lo ha sido el toque de tus dedos al piano.

Y añoro lo que no llegó a pasar:
Leer contigo.
Cantar.
                                                     Contarte un cuento.
Ver dos lagos  posarse entre las páginas tranquilas
de algún libro. Sentir el cruce
de dos vidas. Como los amistosos rieles de un tranvía.

Habitar una vez en tu recuerdo.
Seguir  tu  huella
acompasada con la huella mía.

          ---oooOOOooo---

                                      24-08-2008