jueves, 25 de diciembre de 2014

Nuestros nombres





Me miraste una vez, cuando pasabas,
y yo te sonreí; dije tu nombre,
y tú enseguida pronunciaste el mío.

Hicimos de la tarde una costumbre:
yo salía a las seis de la academia;
y cerca, en una esquina,
tú estabas impaciente, con tus libros.

Tu nombre se hizo huésped de mi boca
y a veces lo sacaba a pasear.

El mío se asomaba
por tus labios, sentíase tan bien
que a veces escondía alguna letra,
por temor a caer desde tan alto.

Un día me quedé sobrecogida:
mi nombre no volvió conmigo a casa;
se quedó entre tu risa y tu suspiro.
Pero me diste, en prenda de tu amor
las sílabas del tuyo.



                                     El Domingo
los cantaremos juntos. A dos voces.

Y así los dos sabrán que están seguros.

               ---oooOOOooo---

                                            08-12-2011