jueves, 25 de diciembre de 2014

A unos calcetines





Calcetines en par, que dais ayuda,
hermanados a dos; y en dos doblados,
dormís en el cajón, casi olvidados,
esperando una mano que os sacuda.

No se os mira, a no ser que los colores
hayan de combinarse con presteza;
y aliviáis  el helor de la pobreza,
lo mismo que la fiebre y los temblores.

Prestáis cuidados y amoldáis el gusto
al dueño de los pies, que son servidos
sin mirar si algún día estáis cansados.

Y nunca pensarán en vuestro susto
si llegáis a la noche poseídos
del fuerte aroma de unos pies sudados.

            ---oooOOOooo---

                                         16-06-2012