Es una tarde como
tantas otras;
es una playa como
tantas playas;
los sueños, como
cientos
de sueños que se ahogan
en el agua.
Multiplican su vida los
deseos
alargando sus sombras
como pálidas
sombras huidizas al
caer la noche;
olas que nunca avanzan.
En la aurora ponían,
orgullosos
y arrogantes, en todo
la mirada;
anunciando proezas las
mareas
bajo las nubes
cárdenas.
Y aún es posible todo
al mediodía
de cualquier vida,
cuando sólo lágrimas
retadoras, recorren la mejilla,
dibujando esperanzas.
Mas, llegado el
silencio que se lleva
al derrotado ejército
de blancas
espumas que recorren
a la inversa los
cientos de batallas…
Vuelvo a mi corazón,
donde me esperan,
durmiendo un sueño
justo en hojas blancas,
cuatrocientos poemas,
con cuatrocientas
luchas bien ganadas.
---oooOOOooo---
09-12-2008