jueves, 25 de diciembre de 2014

El Ángel confuso



El día en que nació trajo un sonido
mezcla de campanillas y violines;
y en su temprana risa resonaba
un angélico son de cascabeles.

Queda la tarde muda
cuando canta en arpegios azulados;
y el soul se ha levantado,
llamado a renovar su melodía.
                               Suena, cercano, el mar.

Cuando abre su boca
un torrente de sueños se derrama;
salen de su garganta poderosa
sonidos del principio de los tiempos.

Ha de callar a veces:
van a dormir silencios y bemoles;
y en la huella tendida por sus dedos
se ha formado de noche un blues profundo.

Se siente poseída por los versos
donde canta su pena y sus temores;


no comprende el viaje
al que la lleva su veloz destino.

Una copa de vino la transporta
por paisajes de ocultas emociones,
y un día ya no puede
bajar del barco donde pierde el rumbo.

Podría ser tan fácil
dejar atrás las aguas del pantano
y  viajar por un mar de  pentagramas…

Oh, la voz que nos lleva
adonde no hay temores ni miserias,
esa música mágica
que vuelve la memoria adonde habita
esa niña en la arena de la playa;
esos días de sol en el tiovivo;
y las tardes de alegres cumpleaños.

Las canciones escritas con el alma
y la tinta manchándole los dedos;
la guitarra en la cama
esperando caricias y canciones.


Su nombre pronunciado
por todos los que ayer la conocieron
y que hoy la veneran y la añoran…

            *        *        *

Ayer murióse un ángel confundido;
y han quedado cantando entre las nubes
esas notas finales de su blues.

                                                    ---oooOOOooo---

                                             A la memoria de Amy Winehouse.

                                                                                   19-11-2011