Tus poemas son redes,
que sutiles
van llevando su azul
sobre la bruma;
y llegan a mi playa con
la espuma
que adorna mi alborada
de marfiles
El mar de tus palabras
me alimenta;
a la vez que mi sed,
calma mi alma,
y en sabores
nostálgicos de palma
y noche tropical, mi
sueño alienta.
Contemplando el añil
del horizonte
mientras el sol se
duerme tras el monte,
yo pienso en ti, lejano
y apacible…
Y conservo escondido un
gran anhelo:
tu mismo trozo
compartir de cielo.
Si algún día pudiera
ser posible.
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10-02-2010
