jueves, 25 de diciembre de 2014

Madrid





Madrid, envuelta en reflejos
me cautivó mansamente.
Yo llegaba de muy lejos;
y brillaba en sus espejos
de sol, la Plaza de Oriente.

Madrid me miró a los ojos
y me apresó con su calma.
Yo pintaba en tonos rojos
las fantasías y antojos
que me llenaban el alma.

Madrid, temblor vespertino;
ciudad de verbena y flores;
de olor de romero y pino;
de corazón cantarino:
¡Ay, Madrid de mis amores!

---oooOOOooo---
                                   30-03-2009


         En recuerdo del Madrid de 1.956